Quizás la mano de Dios pasó de largo frente a estas... eh.. fans..

¡Oye! el esmalte de uñas no iba ahí...
Frente a todos aquellos años en los que puedes llegar a sentirte diferente mientras tu aprecias el toque de Sinatra y los seres que conoces de tu quinta (edad) forran sus habitaciones con fotografías de los BackStreet Boys y toda aquellas pandas que duran tres días en sus cortas mentes, empiezas a darte cuenta de cómo Dios te dio un toque de gracia, (sí, la famosa gracia de Dios, que cachondo el tío ¿eh?), de manera que hace que te des cuenta de como todas aquellas personas se lo "pasan bomba" haciendo una cola de varias semanas, turnando a sus padres para que les traigan los bocatas de desayuno, almuerzo, merienda y cena para acabar tras noches sin dormir y rodeado de especímenes que en su cumbre de su inteligencia gritan como si de un matadero se tratara, entonces, solo entonces te das cuenta de dos cosas.
La primera: ¿en qué momento de tu vida pasas de ser un padre que feliz jugando a la pelota con su hijo a acabar haciendo pancartas con cartulinas y bolígrafos de purpurina para que griten como becerros ante un desconocido?
La segunda: ¿cuándo acabará?
Lo más divertido es, que cuando un padre se siente medio víctima de este tipo de situaciones no se da cuenta de que su actitud la potencia aún más.
Así que, amigos padres que estan cansados de sentirse titiriteros de sus hijas/os en edad de pavo y celo, si realmente quieren evitar que su hija salga en los informativos con pintalabios en la frente y llorando sin razón, abstengase de seguir el juego y opte por la opción más antigua que existe, la señora colleja.
Nota*= post publicado dias mas tarde por problemas de conexión y tiempo libre.
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