jueves, 19 de noviembre de 2009

El poder de una madre(1)

Por qué las madres fueron a una academia militar (la comunidad materna)

Llegó el momento de decidirse, naciste, y sí, te hicieron la gracia. Y conforme creciste, pudiste ver, como poco a poco tu mundo se llenaba cada vez de más obligaciones, más responsabilidades y más... ¿normas?. Las madres, son ese fruto lleno de comprensión y superprotección, como un Robocop hecho de carne y quizás sustituyendo la pistola por una sartén y unos rulos alborotados. La madre, ese gran ser desconocido, del cual tengo la teoría, de que tienen un poder único y absoluto sobre el mundo, como si en el momento de dar a luz un monton de destellos cayeran del cielo, brotes y chispas, y que al igual que Popeye y sus espinacas, sus brazos se volvieran incréiblemente fuertes, pero sin musculos exóticos, sus piernas, resistentes como el acero y sus manos bendecidas con el mejor de los poderes culinarios. Una madre es, en su forma única, un cocktail de superhéroes y supervillanos que la vuelven un ser único en inigualable. Un ser tan fantastico, que, sin instrucción alguna, es capaz de construir una serie de normas comunes para todos sus hijos, imposibles de incumplir. Sin conocerse entre ellas, estas leyes se contagian como la peste y los programas del corazón, entre otras, las más comunes (comunus normus)

- Siempre que una madre tenga frío, considerará que otros tienen frío, lo cual te incluye a tí, su hijo, lo que conlleva a que si ella tiene frío, por lógica materna, tú, tienes frío. Así que deberás abrigarte aunque sudes hasta por los ojos.

-Siempre lavará bien los vasos, platos y demás cacharros y solo peligrarán tus pertenencias, lo que viene siendo, tus tazas. Siempre que tengas una taza, tendrán un 90% de probabilidad de quedarse sin asa y un 70% de resbalarse (maldito fairy) y caer al suelo.

-Al igual que el anterior, en la ropa peligrarán tus mejores galas, es decir, tu camiseta de los Power Rangers y tus vaqueros rotos, los cuales, de vez en cuando, tienen un 70% de probabilidades de que les caiga un chorro de lejía y un 50% de que se bañen en ésta.

-La casa es sagrada, pero si la casa es la Iglesia, la cocina es la Capilla Sixtina de tu hogar. Una mádre es increíble, pero no es estúpida, así que cuando vayas creciendo te obligará a cocinar para tí y el resto. En estos casos se planteará el hecho de que en cuanto tu madre te vea con la mano en la sartén, se active un chip ingerto en sus respectivos cerebros en el cual: hijo+cocina+aceite hirviendo = apocalipsis.
Lo cual la obligará a echarte de la cocina como si de un vagabundo se tratase, si se te ocurre reprocharle, tienen unas defensas activas mejores que el actimel que te dirán frases como: "déjame a mí, que tú no sabes" y <déjame a mí, que soy tu madre...y te conozco" ( si insistes, las defensas activan unas alertas que hacen que utilice la psicología inversa creando así, un juego de palabras, con las mismas frases: <<¿quién te va a conocer mejor que yo...que soy tu madre..?>>).

-Los restaurantes y las madres son como Chip y Chop, fascinantemente compatibles, las madres no solo tienen poder absoluto dentro, sino también fuera de casa. Por ello, cada vez que se acerque un camarero, ella pedirá por tí. Da igual tu edad, está programada para ello, y no te esfuerces en pedir tú lo tuyo, porque sino, se volverán a activar las defensas y saldrán a la luz frases como: <"pero si eso no te gusta"> y acabarás con un <"déjame a mí, que no sabes pedir">.

- Si creías que ir solo a la escuela te haría ser mayor, olvídalo, una madre es peor que la mafia siciliana, nunca estás a salvo. Esperará en la puerta del colegio haber que hora sales o si, en su variante, "maternus modernus", espera en casa. Te esperará en casa haciendo el almuerzo y esperando a que le cuentes todo lo ocurrido como si fueras un infiltrado de la Gestapo, y lo mejor es, que digas la verdad, porque es más peligrosa aún. Estas, están unidas por redes y redes sociales telefónicas, en las cuales corroborarán tus testimonios y, al igual que la CIA, sabrán la verdad, por las buenas, o por las malas.

-El orden va por encima de todo, si te acabas de levantar, mala suerte, tu concepto de orden no es el mismo que para una madre. Tu montón de ropa que dejas sobre la silla para ponerte lo primero que pilles y salir, aquí, no vale. Así que, la formación materna la obliga a llegar al siguiente punto, o recoges tu montón de mierda o lo tirará antes de que llegues a casa.


Consumidas por el chip inicial, mientras vivas en casa, estas bajo su mando. Comerás a su hora, cantarás todo lo que sepas y te acostarás cuando ella tenga sueño. Tus amigos, futuras novias, tu independencia, tu boda y el resto, son diversos apartados que probablemente me veré en la obligación de explicar, pero eso, ya son otros chips.

1 comentario:

Mia Alkaid dijo...

Las compras! se te han olvidado las compras!! xDD

hay 800 tazas en mi casa. ¿Cuál se carga mi madre? La mía -_-