lunes, 31 de mayo de 2010

Me quiero más que a tí (las películas de amor son peor que la muerte)(1)

El otro día se me ilumino la mente como al doctor bacterio y me dí cuenta de que la única verdad del cine es que las películas de amor deberían ser quemadas, es más, sus creadores deberían ser destripados y bañados en tanques sal. Nadie y afirmo nadie sabe lo que siento cada vez que veo alguno de estos insultos cinematográficos, no es solo como si te metieran en una jaula de cristal llena de estiercol, no, es mas bien como si te despertaras en Saw XIII (porque el número de secuelas de este film es como la ignorancia de Belén Esteban, ilimitada) y frente a esto, lo digo en serio, prefieres que un mapache con rabia salga de la pantalla y te arranque las bolas antes de tener que tragarte una maratón de este calibre.








Este tipo de películas son como las palomitas dulces, que nadie sabe como coño se siguen vendiendo. Y es que siempre estan ahí, ibas al cine y te encontrabas la urna de metacrilato bombeando palomitas a diestro y siniestro mientras alguna dependienta con camisa de rallas y a veces con gorrito, rellenaba el aparato al mismo tiempo que suspirabas sintiendo ese olor tan agradable entre tus pulmones. Y a un lado, ahí estaban, las palomitas dulces, tiesas, insípidas, como diciendo: "anda...pruébame, no te dejes engañar por la de color verde". Recuerdo que antaño, al igual que yo, tu eras feliz, ibas al videoclub y veías esa amplia gama de videos VHS (pobre del que compró Beta), caídos del cielo, todo un lujo, una estantería con películas. Hoy día suena a risa, pero antes de que el señor Internet naciera, una estantería llena de películas para alquilar era como una bolsa llena de donettes, bollycaos y donuts a tus disposición, para co****se.








Sinceramente pienso que todos los videoclubs del mundo tenían un pacto o algo así con respecto a las películas que iban a tener en su estante, si bien antes era lo primero que veías al entrar, ahora esta oculto en algún lugar de una vieja ferretería. Como si de una hermandad de sangre se tratara, ya fueras de Madrid o Cuenca, que las películas por excelencia eran siempre las mismas. En primera fila acción, en segunda y tercera, acción, suspense y terror y en la última bien escondida (suficiente para ponerte en cuclillas) una atroz fila de tipo infantil, mezclada (casualmente) con los dramones amorosos.


Yo creo que las mujeres y los videoclubs son como la PlayStation y el Singstar, que vale, que unidas sirven, pero se puede mejorar extraordinariamente. Si algo he aprendido en mi intensa y acortada existencia es que dejar que tu novia elija película es sinónimo de tortura china. Pero como eres débil, y ellas lo saben (yo la primera) acabas cediendo de que por una vez* elija ella, cuando eres tú el que elige film es para pasar un rato entretenido, si lo elige ella es para que os paseis un rato sobando sin hacer nada y ya sabemos lo que nos enseñaron nuestras madres... "que no toques lo que no te vas a comer".


*: por una vez es un término que significa "aunque se que casi siempre lo hago, pienso hacerlo te guste o no, y no discutas conmigo que duermes en el sofá".



Comenzar una pelicula de amor ya es tedioso desde el principio, ya sea invierno o verano tu novia se ha vuelto un imán cárnico que se pegará a tí como si estuviera en celo, lo cual lo hace peor aún, porque si lo estuviera alomejor tenías premio, perono es tu día de suerte, así que "mucho te quiero perrito... pero pan, poquito".

Si hay un elemento fundamental (independientemente de de la temperatura ambiente), va a ser la dichosa mantita. La mantita es un objeto que a veces, debemos admitir que se vuelve agradable, pero otras es como cuando te acabas de acostar el día antes de entregar un trabajo, que para cuando estas agusto y cómodo, tienes que quitartela porque te has dejado algo por hacer. Que si no es la bebida, son las palomitas (saladas, por supuesto), que sino es el mando de la tele, que sino es el movil que te lo dejaste encendido, que sino son las cortinas que estan abiertas. Al final, despues de todo esto acabas sentado en el sofa, apretujado con 50 kilos de amor encima, manta hasta el cuello, sudando, palomitas demasiado lejos para coger, bebida más lejos aún, movil en el bolsillo clavándosete en la pierna como una piedra afilada que te dices a ti mismo, "coño, que salgo por la calle se me cae y me encuentro la tarjeta SIM y el cargador en carne viva y ahora aguanta el muy bastardo". Que parece que en vez de aplastarlo sin querer se este escondiendo de tu novia como un conejillo.






To be continued...

3 comentarios:

Mía Alkaid dijo...

Me parece muy fuerte que digas lo de la mantita cuando tú eres la primera que... en fin...
y lo de la película me voy a callar xD

el resto, me encanta xDDD

Faithlaloba dijo...

que te follen





xDDDDDDDD

Mía Alkaid dijo...

cuando quieras :)

xDDDDDDD