miércoles, 11 de noviembre de 2009

Días de Cine (1)

Segundo día: hacer algo

Con mi sensación de exagerado y cansado tiempo libre, decidí hacer algo que esta de moda, y no, no es hacerme un piercing en el pezón, ni hacerme fotos con cuchillas de plástico para subirlas a una web. He decidido, ver películas. A mi parecer, a mi alrededor deben haber cientos y cientos de jóvenes que gastan sus pagas mensuales viendo peliculas de hoy día, así que pense, que tantos chicos y chicas no podían estar equivocados, vi la cartelera.

Entonces Dios bajó del cielo y arrancó medio cerebro de una alta población juvenil, porque si no es así, no me explico semejantes trozos en descomposición de lo que ahora llaman cine hicieran que me sangraran los ojos más que el episodio piloto de Yo soy Bea. Al parecer, el cina va por temática, terror, comedia romántica, ciencia ficción... y después de tragar kilos de Popitas y litros de Cocacola, puedo definir dichos conceptos.

Terror: desde Nosferatu, Drácula y los chicos del maíz, dí por hecho que la originalidad y la maestría del terror no se perdería, me equivoqué más que los de Intereconomía con la clavada de Wyoming. Bien, resumido en pocas palabras, cine de terror significa; muchos chinos. Si, eso es, no importa edad ni sexo, los chinos en las películas son como los teletubbies, con que más pequeños, más horribles, feos y molestos pueden llegar a ser.
No importa cual sea la razón, o si el argumento es más surrealista que el graduado escolar de Belén Esteban, de vital importancia es su mirada, si, la mirada de chino. En realidad, es bastante semejante al del Todo a 100 (ahora llamado "los chinos") de tu calle, ese que a veces vigila si robas. aunque el asunto no acaba ahí, a veces el argumento varía, y es cuando la chica es americana... que no da tanto miedo...excepto cuando le persigue la china.

Comedia romántica: creo que personajes como Julia Roberts y Meg Ryan son quienes iniciaron esta temática tan sublime... como el Capitán Garfio cuando vuelve el cocodrilo, así es como me sentí cuando ví tal destrozo a la inteligencia del cine romántico. Adoraba obras de arte, con argumentos complicados, cómicos, de crítica social, que ironizaban con bastante sutileza la propia realidad, o simplemente volvían cómico lo mas inverosímil. Pero, no, no era mi día, y me encontré con el mismo argumento en todas y cada una de ellas. Y como los chicles, con un ciclo interminable de hacer pompas hasta que una te explota en los labios y, al no poder quitartela decides dejar de mascar, son las mismas películas.

Una chica y un chico (porque, si fueran del mismo sexo, sería un "drama social"), la primera conoce al segundo sujeto por medio de la casualidad, se enamoran, van a salir juntos, pero siempren ocurra algo como esto: ella o él pasa vergüenza por alguna estúpida razón y no quiere ver al otro, el o ella la pifia diciendo algo que no debía, el o ella no quiere que sepa alguna verdad, sus amigos se meten de por medio, el o ella tiene un desliz, el total es, que se separan. Tras esto, el mundo, que parece formar parte de algun videoclip de Alejandro Sanz, se va parando al tiempo, todo es mas lento, supongo que así nos demuestran aquellos grandes directores, su significado del dolor. Lo que se traduce, pasar por la calle, un parque y uno de los protagonistas ve una situación cotidiana (un padre y su hijo, dos amantes, una mujer paseando siete perros, etc...) y entonces se da cuenta, ¡oh!, ¿que he hecho?.

Con esa frase, ya sabes que vas al desenlace, no importa si pasaron tres días desde que rompieron o si mientas uno estaba en su momento Sanz el otro seguía tirandose a su mejor amigo, lo importante es que se dio cuenta. Hay dos opciones: que salga corriendo detras de su amado para llegar a tiempo o que salga corriendo a ver si encuentra a su amado para así... llegar a tiempo.

Final, hay dos, el bueno y el bueno, el primero es en el que el chico o chica llega en el momento adecuado y el minuto perfecto, en el cual, se perdonan se besan y se acaba, el segundo es cuando el chico o la chica llega tarde y tras dos segundos de caras tristes, el otro, al final, no se marchó, se perdonan, se besan...(realmente me fascina la originalidad de esta temática).


Ciencia ficción: la variedad de este tipo de películas es como los helados artesanales, hay muchos tipos, pero solo unos pocos merecen la pena. Con la llegada de la tecnología todo se resume a eso, no importa si un mono harto de Prozac escribió el guión, mientras añadas dos horas de criaturas bestiales, disparos imposibles y bombas atómicas a pares, nos vale. Debo añadir, que me sorprendió ver que este es el que mejor sale parado, aunque, como bolsa de pipas, tiene sus trozos de madera. Decir, que nunca pensé, que los vampiros y hombres lobos se matarían a tiros, que un cura se tiraría en paracaídas y que los asesinos se tomaran la molestia de bañarte en cera para exponerte como trofeo.

Lo último por aclarar, es que despues de este enorme y útil conocimiento cinematográfico, cambiaré las pilas... y volvere a la Game Boy.

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